LAS 3 “C”. CONSUMO, CONSISTENCIA Y CONTROL.
El
engorde intensivo de animales en la Argentina viene sufriendo cambios y transformaciones
en distintos niveles. De las compensaciones a la aparición de la burlanda de
maíz como ingrediente en las raciones de cierta región del país. De subir el
peso mínimo de faena hace un año, a retroceder en el mismo, en una medida
claramente electoralista. De exportar 200.000 toneladas en 2015 a las 566.000
toneladas acumuladas en los últimos 12 meses. Todo esto genera cambios en la
forma de producir animales terminados, tanto en nutrición, manejo, sanidad y
genética.
El
crecimiento de las exportaciones, nos ubica en el punto más alto en cuanto a
volumen exportado de los últimos 10 años, volviendo al Top 6 de los
exportadores mundiales de carne bovina, detrás de India, Brasil, Australia, EE.UU.
y Nueva Zelanda. Esto implica producir un tipo de animal diferente al de
consumo interno, de mayor peso, que requiere ser recriado durante un tiempo y
lograr una calidad de carne y homogeneidad estables en el tiempo. Para tener
éxito en esta tarea es necesario considerar variables del animal (tipo, raza,
historia previa), de la ración (aditivos, densidad energética y proteica) y del
manejo (momentos de compra, recría, bienestar animal) por nombrar algunos, sin
olvidarnos del factor humano de nuestros feedlots, donde requerimos cada vez
más, operarios altamente capacitados, ya que engordar animales es un verdadero
oficio especializado.
Las
variables externas al Feedlot son más difíciles de controlar, aunque podemos
predecir ciertos comportamientos del mercado de hacienda y cereales para la
toma de decisiones. Sin embargo, las variables intra Feedlot sí podemos
manejarlas en su totalidad. Y para ello, desde Vetifarma SA proponemos las 3 “C”
como la política central en cualquier feedlot. La primera “C” se refiere al
CONSUMO, esta es la variable productiva más importante ya que determina la
ganancia de peso. Todo lo que hagamos, desde el transporte de hacienda, la calidad
de la dieta, limpieza de corrales, etc.) en nuestros corrales debe maximizar el
consumo de alimento. La segunda “C” se refiere a la CONSISTENCIA en las rutinas
y protocolos de trabajo, sobre todo en el de alimentación, esta representa el
70% del costo de ganancia de peso. Debemos entregar una ración homogénea en el
tiempo, correctamente pesada, mezclada y entregada, que evite la selección en
el comedero por parte de los animales, que favorezca un consumo parejo de todo
el corral, minimizando desperdicios o perdida de alimento. La ultima “C” es
para el CONTROL. Una gran falencia en nuestros sistemas de engorde a corral es
el registro de información fidedigna que permita hacer un control eficiente de
las tareas realizadas y posterior toma de decisiones. Hay tecnologías disponibles
para el registro de información en los feedlots, sin embargo, hasta no tener
suficiente experiencia con los registros digitales, recomiendo siempre que
convivan con el registro “analógico” (papel y lápiz) como back up y como
ejercicio para todo el personal. En resumen, un engorde intensivo a corral,
como cualquier empresa, requiere ser eficiente en sus procesos internos y
realizar controles y toma de decisiones basados en el registro de datos. Para
competir en el mercado mundial de carnes el único camino es la EFICIENCIA.